martes, 8 de septiembre de 2015

Cómo entender Oriente Medio sin morir en el intento…(PARTE I)

Es una zona del planeta de la que no paramos de oír hablar. Palestina, Israel, Irak, Siria, Egipto, petróleo, gas, Irán suníes, chiíes…numerosos países y términos que salen a diario en nuestros noticiarios. Entender esta zona del mundo es complejo, pues el ser humano tiende a simplificar y resumir, y hacer esto en este caso es un craso y grave error. Así que esta será nuestra ambiciosa misión, resumir la situación de Oriente Medio en 5 pequeñas entradas, sin pedanterías ni intenciones snoob, para todos los públicos. Cómo entender Oriente Medio sin morir en el intento…

PARTE I (El Estado Islámico)


La aparición del Estado Islámico en el panorama internacional ha sido un boom mediático sin precedentes. Este proto-estado ha removido el panorama geoestratégico de Oriente Medio más de lo que ya estaba, generando un auténtico avispero repleto de desplazados, muerte y destrucción. La comprensión del mundo arabo-islámico siempre fue una “asignatura pendiente” para occidente pues siempre recurrimos a la simplificación para explicar lo que pasa en esta zona del planeta. Hoy vamos a intentar hacer algo complicado, vamos a intentar explicar la situación con rigor y exactitud y a la vez de una manera sencilla y estructurada.


Desde el punto de vista religioso Oriente Medio no es, ni mucho menos, homogéneo. La mayoría de la población es musulmana pero además de las divisiones dentro del Islam (entre suníes y chiíes principalmente), encontramos cristianos (con sus respectivas diferencias también: católicos, ortodoxos, maronitas…etc.). El Estado Islámico es de confesión Suní (como la mayoría de Estados de la zona), Irán es Chií, y otros Estados como Irak (suníes y chiíes) y Líbano (suníes, chiíes y cristianos) tienen una gran heterogeneidad religiosa. Por tanto desmontamos el primer mito occidental: Próximo Oriente es un verdadero mosaico religioso.



Si lo analizamos desde el punto de vista étnico podemos hablar de una mayor “igualdad” entre los diferentes Estados. La etnia mayoritaria es la árabe, principal en todos los países de la región salvo en Irán, Turquía e Israel. Esto no quiere decir, pese a todo, que no encontremos grupos étnicos diferenciados que compliquen aún más la situación, siendo el más destacable los kurdos, etnia dividida entre Turquía, Irán, Irak y Siria y que desde hace siglos lucha de manera directa y/o indirecta con dichos países para conseguir un Estado propio. Turquía es un país suní pero no árabe (poblado por turcomanos), Irán en un país chií también no árabe (habitado por persas), e Israel es el único Estado judío del planeta y está formado por judíos, venidos tras la II Guerra Mundial de diferentes zonas de Europa (principalmente Europa del Este), y árabes palestinos que se quedaron tras las injustas ocupaciones israelíes de los territorios de la Autoridad Nacional Palestina.  De este punto podemos sacar la conclusión de que pese a haber una gran masa árabe en la zona, hay etnias afincadas en zonas determinadas con una importancia muy destacable. Una vez más describimos Próximo Oriente como un lugar heterogéneo y por ende complejo.



Para complicar aún más la situación debemos comprender las fronteras políticas, es decir, los países que forman la región. Salvo las excepciones de Irán y Turquía, el resto de países tienen una escasa, por no decir en algún caso inexistente, identidad nacional. Todos ellos fueron (la mayoría) creados entre el final de la I Guerra Mundial (con el infame acuerdo de Sykes-Picot) y el final de la II Guerra Mundial. Fronteras “rectas” en una región de tan endemoniada complejidad no es, sin duda, una buena señal. Esa ausencia de identificación nacional está ocupada por otras dos tendencias: Panarabismo y Panislamismo. El Panarabismo es la unión de todo el mundo árabe (es decir, una unión étnica), tendencia que tuvo su auge dese los años 50 del siglo pasado en figuras como las del militar egipcio Gamal Abdel Nasser. Hoy en día la que está sustituyendo al Panarabismo es el Panislamismo, es decir, la unión de todos los musulmanes del planeta, algo que representa el Estado Islámico y que explica por qué numerosos grupos yihadistas de diferentes zonas del mundo han jurado lealtad al autoproclamado Califa Abu Bakr al Baghdadi, líder político y religioso del Estado Islámico. Y ahí radica el éxito del Estado Islámico en la región.

Según afirma Javier Martín en su libro Estado Islámico: geopolítica del caos, el Estado Islámico tiene un importante apoyo popular en las zonas que ocupa, ¿A qué se debería dicho apoyo? ¿Cómo se puede justificar la aceptación de los líderes de esta barbarie?

Siguiendo los datos que nos aporta esta obra el Estado Islámico es precisamente eso: un Estado. Posee burocracia y funcionarios que trabajan para el funcionamiento de la sociedad, se han abierto escuelas y hospitales, y sus trabajadores reciben una remuneración económica. Han copiado un modelo que en el mundo árabe-islámico ya realizó el grupo Chií Hezbollah (traducido como “Partido de Dios”) en el Líbano.
Durante el verano de 2006 estalló un conflicto armado entre Israel y la organización terrorista que dejó la zona sur del Líbano asolada por los bombardeos del Ejército de Israel y la milicia chií. El Gobierno libanés se vio totalmente superado por la situación y sin recursos ni motivación para poder reparar los daños que había sufrido la población, siendo ocupado ese espacio por Hezbollah que pudo costear gran parte de los daños causados por la guerra (reparación de carreteras, escuelas, hospitales, reparto de comida a la población civil…etc.). Es este el escenario parcialmente similar que ha vivido el Irak post-Sadam.

Tras la invasión americana de 2003 y su victoria sobre el régimen Baazista[1] se desintegró un Estado que funcionaba con una estabilidad y orden social importante. La minoría suní dirigía el país, pero con el apoyo de una parte importante de la mayoría chií y otras minorías más residuales como la cristiana. Sólo la población kurda al noreste del país fue activamente contraria al régimen y reprimida. Tras la disolución de este régimen el sistema que funcionaba desde hacía décadas se desmorona: la coalición internacional, liderada por EEUU, coloca en el poder a dirigentes chiíes (con una gran desaprobación incluso entre este propio grupo), la minoría suní estalla ante su pérdida de poder y la resistencia kurda sigue activa.
La población suní del norte del país pasa a estar desprotegida por un gobierno que ha ejercido la opresión contra ellos como muestra la inexplicablemente desconocida matanza de Al-Hawiya, donde tras una manifestación suní en contra del gobierno del chií Nuri Al-Maliki (en el contexto de las primaveras árabes, el 27 de abril de 2013) milicias chiíes y el propio ejército iraquí disparan contra la multitud dejando tras de sí 27 civiles muertos y más de un centenar de heridos. Esto explica que cantidades ingentes de suníes iraquíes abrazaran la causa, apoyo y aprobación del yihadismo del Estado Islámico, que se ha convertido en protector de la minoría suní y por ello la población justifica su barbarie y brutalidad. Aprovechando el contexto en Siria (guerra civil), su expansión hacía la zona oriental de dicho país fue sencilla.

Y una vez más la intromisión de una fuerza exterior en la política interna de una país destroza por décadas la vida de millones de seres humanos.

En la próxima entrada de este conjunto de artículos analizaremos el tan complejo y polémico conflicto árabe-israelí, como siempre de un modo objetivo, serio y sencillo de entender.


Collado Villalba, Madrid, a 8 de Septiembre de 2015.

Manuel Cano Ruiz-Ocaña.

http://www.redaccionpopular.com/articulo/la-masacre-de-al-hawiya-2442013 Este enlace contiene un video donde se muestra de manera relatada los sucesos de la matanza de Al-Hawiya. Debemos avisar de antemano que son imágenes de gran dureza y por ello puede dañar la sensibilidad del espectador.



[1] Partido Baaz Árabe Socialista Iraquí, liderado por entonces por Sadam Husein. 

2 comentarios:

  1. Gran trabajo! Lo que no entiendo aún es por qué los dirigentes chiíes en Irak tienen tan poca popularidad para que los propios chiíes los rechacen.
    PD: un apunte, creo que en el párrafo del panarabismo/panislamismo hay un par de errores ortográficos ("unión étnica" y "explica por qué")

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    1. Gracias por la reseña, los errores ortográficos que has identificado están ya corregidos y subsanados, cosa que agradezco que destacaras.
      La impopularidad del gobierno chií entre los propios chiíes es en mi opinión debido al acercamiento cultural entre los chiíes iraquies y el mundo revolucionario iraní (claramente anti-occidental). El gobierno de Al-Maliki está colocado "a dedo" por EEUU y eso es algo intolerable para ellos. Pero bueno como te digo es una opinión personal, teorías habrá muchas.
      Una vez más gracias.

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